Monseñor Ángel Rossi pidió reflexionar sobre nuestro interior para fortalecer las buenas acciones y a través nuestro fortalecer la solidaridad entre prójimos. Monseñor Rossi destacó que “Jesús en el Evangelio de hoy nos añade, nos regala el don de la paz. Necesitamos escuchar urgentemente este grito, a nivel mundial y a nivel de nuestra patria, que hoy día celebramos este grito de libertad. Necesitamos escuchar este grito, porque hay que empezar a secar lágrimas de tantos niños y ancianos, los preferidos de Dios. Que no nos olvidemos, que nos quede bien clarito, una sola lágrima de los niños es infinitamente más grande que todos los proyectos, es infinitamente más digna que todos los gestos. Una sola lágrima de los niños tiene en la balanza de Dios y de todo hombre bueno, cristiano o no cristiano, infinitamente más peso que todas las toneladas de razones que pongamos en el otro platillo y que pretendan justificar estas atrocidades bélicas que estamos viviendo”
De cada uno de nosotros depende una patria más linda. Se lo pedimos a la Virgen Nuestra Señora de Luján, patrona de la Argentina, que ella nos ponga bajo su manto, que así sea”, concluyó Monseñor Rossi.
