Joaquín Sabina se despidió de los escenarios

Música

Joaquín Sabina se despidió de los escenarios

El último concierto de Joaquín Sabina en Madrid fue pura historia. El artista se despidió definitivamente de los escenarios con un show que combinó emoción, aplausos interminables y la certeza de estar viviendo un momento irrepetible, en el cierre de la gira “Hola y adiós”. El repertorio reunió himnos que atraviesan generaciones. Sonaron “Yo me bajo en Atocha”, “Lágrimas de mármol”, “Lo niego todo”, “Mentiras piadosas” y una larga lista de clásicos que el público cantó de principio a fin. A medida que avanzaba la noche, la intensidad creció. Temas como “Calle Melancolía”, “Ahora que…” y “19 días y 500 noches” encendieron la nostalgia de un estadio que vivió cada acorde como si fuera el último. En los pequeños descansos del artista, la banda tomó la posta: Jaime Asúa con “Pacto entre caballeros”, Mara Barros con “Camas vacías” y Antonio García de Diego con “La canción más bella del mundo” sumaron momentos memorables. Los bises llegaron con la potencia de siempre: “Tan joven y tan viejo”, “Contigo” y “Princesa” pusieron a todos de pie en un cierre que fue pura celebración y despedida. Sabina, sentado en su taburete y con su voz quebrada pero firme, sostuvo un recital que sintetizó toda su carrera: honestidad, talento y un vínculo único con su público.

 

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